En la sección, El Parpadeo de la Naturaleza. El sueño de los delfines, exponemos una curiosa faceta de estos mamíferos. Al igual que se les diferencia como seres marinos que respiran aire en su medio vital, los delfines duermen con un ojo abierto y otro cerrado diferenciándose de los peces, estos cetáceos poseen párpados.Una peculiaridad carente en el reino marino dado que los peces siempre mantienen los ojos abiertos y estos no tienen párpados.
Éste fenómeno suele ocurrir debido a que una parte de su cerebro sigue funcionando para seguir respirando y no morir cuando se produce el descanso. Ejercen el auto-control sobre las funciones vitales. Su respiración es un acto voluntario y no un reflejo como ocurre con el hombre. Para poder hacerlo, el delfín “apaga” uno de sus hemisferios y ralentizan su metabolismo quedándose inmóvil en la superficie con una aleta que sobre sale del agua.
Van alternando e invirtiendo éste control selectivo durante los periodos del sueño. Cambian la postura y desconectan el otro hemisferio cerrando el otro ojo y así mantiene un sueño unilateral. Incluso permitiéndose con su lado “despierto” seguir navegando sin perder la conciencia completa de su rumbo estando alerta alternativamente.
Nuevamente en ésta sección, El Parpadeo de la Naturaleza. El sueño de los delfines, compartimos curiosidades oculares del reino animal que ejercen una vital relevancia como metabolismo fundamental para la supervivencia.
Los ojos son el organismo de la visión y gracias al control que el delfín obtiene de si mismo, los utiliza como defensa en alta mar para prevenir posibles ataques y adversidades. El delfín es un animal singular y uno de los animales catalogados como “los más inteligentes”. Se ha demostrado que son amistosos, cooperativos y evolucionan entre su especie defendiéndose y nadando en pequeños colectivos familiares con una alta dependencia de contacto físico.
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