CIRUGÍA GLAUCOMA


El glaucoma es una enfermedad ocular causada por el aumento de la presión intraocular, que ocasiona una atrofia del nervio óptico y, como consecuencia, la reducción del campo visual, que lleva al paciente a la ceguera irreversible si el cuadro no se controla.
El humor acuoso es un líquido transparente que circula en la porción anterior del ojo (cámara anterior). Este líquido drena hacia el exterior del ojo a través de un sistema de drenaje parecido a un colador (malla trabecular), cuando el drenaje de este líquido falla, este se acumula dentro del ojo provocando un aumento de la presión del ojo (presión intraocular). La presión intraocular alta puede provocar un daño en el nervio óptico y por consiguiente una pérdida de visión. Es muy importante disminuir y controlar la presión intraocular, para ello se deben de utilizar todos los medios a nuestro alcance, colirios antiglaucomatosos, cirugía con láser u otro tipo de cirugía para el glaucoma.

¿Cuándo se debe realizar la cirugía de glaucoma?

Cuando la medicación o la cirugía con láser no es suficiente para controlar la presión intraocular, se aconseja realizar cirugía, de las diferentes cirugías filtrantes y la más común es la llamada trabeculectomía.

¿Cómo se realiza la trabeculectomía?

Bajo anestesia local, el cirujano oftalmólogo realiza un pequeño flap en la esclera, a través de él penetrará en la cámara anterior del ojo y realizará una iridectomía quirúrgica (pequeña resección del iris), de esta forma el líquido fluirá del interior del ojo hacia afuera, acumulándose en una bolsa situada debajo de la conjuntiva (bolsa filtrante), este líquido se reabsorberá a través de los vasos linfáticos y los vasos sanguíneos. El flap escleral se cerrará firmemente con finos puntos de nylon (más finos que un cabello), es posible que durante los días siguientes el oftalmólogo deba retirar alguno de estos puntos con la ayuda de un láser para facilitar la salida del líquido y por último se procederá a suturar la bolsa conjuntival con puntos reabsorbibles.
A menudo puede ser necesario aplicar durante y después de la cirugía fármacos que reducen la cicatrización de los tejidos.

¿Qué debe esperar si se tiene que operar?

Antes de la cirugía

Tiene que seguir poniéndose su medicación antiglaucomatosa hasta el mismo día de la cirugía. Si toma antiagregantes plaquetarios (Aspirina, Sintrom, Coumadin…) debe descontinuarlos unos días antes de la cirugía. El tiempo exacto que deberá dejar este tipo de medicación debe ser coordinado con su médico internista o con su cardiólogo.

El día de la cirugía

La trabeculectomía ser realiza de forma ambulatoria, con anestesia local, puede ser necesario que el anestesista le administre algún tipo fármaco relajante para ayudarlo durante la cirugía. El procedimiento ser realiza generalmente en menos de 1 hora, pero puede alargarse si usted ya ha sido intervenido anteriormente, si su ojo está inflamado o si existen vasos sanguíneos anormales.

Después de la cirugía

Para el éxito del procedimiento, el cuidado postoperatorio en tan importante como la propia cirugía. En las visitas de seguimiento su oftalmólogo revisará la bolsa filtrante, el aspecto del ojo, la presión intraocular y la porción posterior del ojo (retina y coroides). Debe evitar el frotarse, agacharse o hacer esfuerzos hasta que la presión del ojo se estabilice y su oftalmólogo se lo permita. Después de la cirugía no suele haber un dolor intenso, el ojo puede presentar molestias y estar más sensibles. Si tiene molestias y lo precisa deberá tomar paracetamol (no aspirina). Si sufre dolor severo de forma repentina, especialmente si se acompaña de pérdida de visión lo deberá reportar a su oftalmólogo de forma inmediata.
Con la cirugía la presión se controla en 3 de cada 4 pacientes. Aunque las visitas post cirugía continuara siendo necesarias, muchos pacientes no volverán a precisar el uso de gotas. De todas formas si la nueva vía salida del líquido se cierra o el líquido drena demasiado, puede precisarse una segunda cirugía.

¿Qué sucederá con mi visión?

Después de la cirugía presentará fluctuación de la visión durante los primeros días. La visión puede permanecer borrosa durante las siguientes semanas. Después de la cirugía pueden o no haber cambios en la refracción. Si se presenta una catarata u otra complicación, la visión puede no volver a ser la de antes de la cirugía. La cirugía no puede devolver la visión perdida por el glaucoma.

Complicaciones

: Como en todas las cirugías existen riesgos como son: Infección, Sangrado, Perdida de líquido por la herida, Sobrefiltración, Catarata, Pérdida de visión, etc.
Aunque la tasa de éxito de la cirugía es alta, a veces, un solo procedimiento quirúrgico puede no detener la progresión del glaucoma. Se puede requerir otra cirugía y/o continuar el tratamiento antiglaucomatoso con los colirios.
Un ojo que ha tenido una cirugía de glaucoma y que tiene una bolsa filtrante en funcionamiento es siempre más susceptible a una infección. Un ojo rojo, con molestias puede ser signo de infección y requiere de atención médica urgente.

¿Existen alternativas a la cirugía de glaucoma filtrante?

Dependiendo cuanto se precise descender la presión para detener la progresión, de la severidad y del tipo de glaucoma, pueden existir otros tipos de tratamientos.